Viajes pasados, presentes, futuros, planeados, repentinos, y sus correspondientes sabores, olores, sonidos,colores...
partes de nuestro recorrido...
lunes, 8 de noviembre de 2010
Bodegas BOUZA de nuevo, con los cachorros...
Por supuesto teniamos que volver con los crios, a recorrer nuestros pasos, y a ensenarles que lo que contamos en un principio era cierto, ( y corroborarlo nosotros tambien, luego de la fiebre inicial...)
Pues nos encaminamos al Camino de la Redencion, (podria haber un nombre mas poetico que ese?) y llegamos a Bodegas Bouza, pequenita, intima casi, con la suerte de que estaban remodelando el restaurante y habian habilitado parte del galpon de los autos antiguos, acomodado unas mesas y voila!, la mejor vista ever!
Como fuimos en fin de semana, llamamos antes para reservar y todo estaba copado, pero la perfecta Ana, nos reservo de todos modos y en todo el centro de la sala, para almorzar a las 12:30.
Pedimos una botella de Chardonnay 2009, y con el almuerzo tomamos Tempranillo Tannat del mismo anio.
Que te puedo contar? Manuel y Camille probaron la sopa de la huerta, en este caso, de cebollas, nada del otro mundo, bien naive; pero por otro lado, Christiane y Manuel compartieron un pate de campo con jalea de cebollas caramelizadas y panes tostados surtidos, muy, muy rico, y Tommy y yo compartimos unas croquetas de jamon crudo. El punto perfecto, pero para croquetas, Espana!.
Luego probamos costillas de los borregos criados en el mismo vinedos, fenomenales simplemente. Me encanto que las chuletas las cortan gruesas, y creo que a dos, les retiran el hueso.
Camille se fue por el salmon fresco, un poco crudo al centro, como a ella le gusta, (de hecho le preguntaron el termino de la coccion en 4 o 5 versiones) y Tommy obviamente pidio Baby Beef.
Los postres fueron flan casero con huevos de granja y Cremosos de chocolate, parecidos al Volcan o Fondant de chocolate. con el centro derretidito y rico...
Hay que recordar que el restaurant no es la parte fuerte del vinedo, es casi como una concesion al visitante, y la carta es bastante escueta, pero suficiente.
Los platos estan muy bien preparados, y mejor presentados, y si voy a ser maluca, lo unico que tengo para criticar es que un poquito mas de imaginacion viene bien. Que no prepararia Manuel con esos ingredientes!.
Al final, nos sentamos en el campo con unas mini copitas de grappa de dos uvas diferentes, fuego liquido para compensar la brisa helada de la tarde!
Antes de tomar camino, buscamos la casita de la senora que vende los huevos al restaurant y le compramos dos docenas, yogurt, mozzarella (o muzza), y dulce de leche.
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