Salud y Bon Appetit!

partes de nuestro recorrido...


domingo, 21 de diciembre de 2014

La ciudad de la Eterna Primavera!!! (que cuchi…)

Medellin, como te pareces a mi tierra! El verde y las colinas te abrazan por todos lados y tus sabores me hacen sentir nostalgica de mis frutas exoticas y mis empanadas fritas. Llegamos al Hotel Intercontinental Medellin, ubicado en la zona de El Poblado, ubicacion super conveniente para nosotros pues estariamos en un Congreso en el Centro de Convenciones y quedaba bastante cerca. Exquisito hotel, genial atencion desde el momento de llegada, te reciben con aguita helada y saborizada con limon, tamarindo extranjero, o narajas en lindas jarras y copas de cristal, sonrisas y elegancia, mucha vigilancia (pero casi imperceptible), comodas y amplias habitaciones con un lindo surtido de amenities, ademas de la esperada cafetera electrica, el mini bar y las batas y pantuflas.
El desayuno es buffet y es extraordinariamente completo, frutas, jugos, cereales, fiambres diversos, monton de panes diferentes (podia morirme con el relleno de queso...) y tambien buffet caliente con “calentao” una especie de arroz con pollo y vegetales que vi en varias partes de Medellin, arepas, pan de queso, frijoles, huevos al gusto, salchichas, panceta y excelente cafe siempre listo y delicioso.
La noche que llegamos nos tomamos una copa en el Bar del Lobby del Hotel, buen ambiente, relajado, ofrecen musica en vivo algunas noches (no esa...), y ordenamos una empanaditas crujienticas y con una salsita picante al lado riquisimas.
Tuve un inconveniente al hacer la reservacion a traves de Booking, pues tuve que cambiar la fecha de salida (un dia mas) y el sistema aparentemente estaba caido, por lo que decidi hacer una nueva con las fechas correctas. Magno error!!!!!! ni siquiera pude eliminar la reservacion anterior y al dia siguiente de llegar al hotel amanecio una notita debajo de la puerta diciendome que como yo tenia otra reserva me iban a cobrar esa estadia tambien. Yo, que tengo un problema psiquiatrico con el dinero y los gastos, casi me desmayo. Mi principe azul bajo conmigo al rescate y le explico a la joven de recepcion el caso, porque supuestamente habia sido por “no show” y alli estaba yo!!! y que el problema era de Booking y no podian hacer nada. Manuel pidio hablar con el Gerente, que en ese momento estaba ocupado. Finalmente, pudo conversar con el Sr. Diego Gomez Rendon quien le permitio explicar el “caso” punto por punto pudiendo solucionarse todo de manera perfecta y amable.
Bien por Diego, por su logica, dedicacion, buenos modales, excelente atencion y cordialidad, lo que lo convierte en un tremendo gerente!!! Mal por Booking que no deja cancelar algunas reservaciones aun con varios dias de antelacion y que no tiene un sistema que detecte una duplicacion de reserva.
No podre contar demasiado sobre los restaurantes de Medellin porque le fuimos fiel a uno que quedaba en todo el frente del Hotel y que nos fue recomendado alli mismo. Se llama Hato Viejo y llegabamos solo al cruzar (corriendo) una avenida. Alli comimos 4 veces y siempre fue estupendo, en especial la trucha a la parrilla que llega doradita y crujiente con ensalada fresca y yuca hervida. En su momento probamos la Bandeja Paisa, Carne a la parrilla, Sopa criolla de vegetales que incluia apio (del nuestro) y arroz con coco salado. Al llegar te obsequian una bandeja con arepitas y tostones, mantequilla y guasacaca para acompanar tu cervecita y referscarte en esta ciudad que en ese momento paracia del “Propio verano” mas que de “La eterna primavera”.
Los almuerzos, una vez comenzado el Congreso, fueron brindados estilo buffet caliente en el Centro de Convenciones y estaban bastante bien. No se quien era responsible de su preparacion, pero el servicio siempre fue amable.
Hay una nota que no supe a quien enviar para quejarme, aunque lo comente varias veces con la esperanza de que llegara a los oidos adecuados y se refiere a lo siguiente; Una de las actividades que se ofrecian era un paseo hasta una zona denominada El Mirador y luego una visita a un centro de artesanos que mostraba, y vendia, artesanias de todas las regiones de Colombia, tambien una corta visita a una tienda donde se podrian comprar dulces tipicos y otros productos comestibles. Ese era el plan. Eso no fue lo que paso. Salimos en autobus alrededor de las 6 de la tarde, una vez finalizadas las exposiciones y presentaciones de ese dia, y agarramos via hacia el aeropuerto. Nunca nos detuvimos en el mirador pues, aparentemente estaba muy nublado para poder apreciar nada. Ciertamente habia llovido un poco en la tarde pero a mi me parecio que la noche estaba clarita, de hecho, el autobus que venia despues de nosotros si se detuvo. Lo grueso del cuento en realidad se refiere a que llegamos a este centro de exposiciones, Caballo de Troya, que en realidad es una tienda tipo Hannsi (en Caracas) que si bien tiene productos de todas partes, su intencion es venderlos, no que los admires tipo exhibicion. Alli estuvimos bastante tiempo, muchisimo en realidad, y no nos dejaban salir de la tienda hacia el autobus para buscar abrigos ni nada (estaba haciendo frio) “Hasta que no estuvieramos todos juntos e ir caminando a la otra tienda de los dulces” que al final resulto un restaurante, Sancho Paisa, al que llegamos caminando por la orilla de la carretera. Caimos toditos como venaditos!!! No puedo describir la furia que teniamos la mayoria de nosotros, que nos sentimos cuasi secuestrados y enganados. Para rematar algunas personas del grupo decidieron cenar en ese restaurante por lo que nos informaron que tendriamos que esperar a que ellos terminaran y estuvieramos “todos juntos” (ordenaditos y calladitos, supongo) para volvernos en autobus de nuevo. Eramos un grupo de alrededor de 14 personas que no estabamos dispuestos a esperar y Manuel exigio que nos enviaran un medio de transporte para que nos regresaran. Despues de varios dimes y diretes, donde hasta la pobre chica de la tienda dio un mal paso y se cayo en la acera, nos enviaron una van donde cupimos mas o menos, yo iba como San Pancracio, pero ya lo que queria era llegar y comerme mi truchita. Al dia siguiente lo dejamos saber a montones de personas, nadie supo nunca quien habia organizado eso ni quien era responsible de este engano y mal rato. Una cosa es que te ofrezcan un paseo para admirar Medellin desde un mirador y luego una visita a una exhibicion de artesanias y a una venta de dulces tipicos y otra muy distinta ser arreados, sin salida y sin información.
Hicimos un paseo en autobus turistico para conocer la ciudad, pero debido al trafico y al calor, es un poco canson. Sin embargo el recorrido y la narracion son muy completos y amenos.
Fuimos tambien al Pueblito Paisa, en la cima del Cerro que lleva el nombre del Cacique Nutibara que recrea un tradicional pueblito de la zona de Antioquia de principios de siglo. Tiene su fuentecita en el centro de la plaza principal, su Iglesia y casitas alrededor a la usanza de los pueblos latinoamericanos. Cada casita es una tiendita con los souvenirs de siempre y tambien hay puestos de raspados, helados y comidas rapidas tradicionales. Es un sitio muy especial para admirar a Medellin y darse cuenta del tamano que tiene!!!
Me gusto Medellin, sobre todo por la gente, siempre fueron amables y educados, pero muy calidos, y me gusto sentirme rodeada de nuevo por gente de nuestra sangre y gustos.

Ahora, a Bogota!

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