Salud y Bon Appetit!

partes de nuestro recorrido...


lunes, 24 de noviembre de 2014

Hola, Lima!

Hacia un tiempo que no aterrizaba en Lima de dia, no es que haya mucha diferencia porque igualmente no se puede ver nada desde el avion por la infaltable neblina, pues esta misma neblina es una constante en esta ciudad que ahora adornada con cientos de novios rojos sembrados en su seca tierra, le da un aspecto melancolico de fotografia en blanco y negro “arreglada” con estos intensos toques. Y llegar de dia significa que hay tiempo para hacer muchas cosas! El post es largo y mira que les he ahorrado muchos detalles, no dejen de escuchar la música para ambientarse enseguida.

Saludo al familiar aeropuerto, al cartel de bienvenida y al paseo hasta el hotel, justo debajo de los cerros de piedra que amenazan con tapiarnos a pesar de sus cortinas de malla. A la derecha, el gris pacifico con sus rocas cuyos colores solo se revelan cuando el agua las toca, verdes, ocres, blancas y corales, regresan a su sereno gris al secarse. Gris y beige de tierra.

Surgen los aromas en torrente para matizar la monotonia, y nos miramos complices y con anticipacion. Comenzamos con un almuerzo tempranero, por el cambio de hora, en  Punto Azul ahi mismo del hotel, con cerveza no tan fria como lo hubieramos deseado, aunque el clima no daba para tanto deseo, la verdad. Y llego mi esperado Pulpo al carbon con yuca frita, perfecto como siempre; mezclamos un poquito de tartara con el picante de rocoto fresco y nos quedo una salsa riquisima, buena para todo! Despues pedimos para compartir un Picante de Mariscos, quizas no habia mucho balance entre la cantidad de pota y calamar y la de camarones, pero la rica salsa cremosa y picante te lo hacia olvidar un poco, y aun mas al incorporar el fragante arroz peruano. No hubo espacio para el postre, otra vez.
Cumplido Punto Azul, reservamos para cenar en Madam Tusan el chifa de Gaston Acurio, para ya marcar los infaltables desde el principio. En lugar de probar los ricos tim san de la vez anterior, decidimos probar el Pato al estilo Pequines, o como es ya tradicional su jocosidad, la Fiesta del Pato. Y ademas en cuatro tiempos!!! Primero las crepes chinas con la piel super crocante y el cebollin con un lindo aro de aji limo, la segunda parte de la fiesta trajo carne del pato cortadita con hongos chinos, castanas de agua, cebollitas, etc y las mas frescas hojas de lechuga que he probado para hacernos una especie de taco que recuerdan los de P.F. Chang. La tercera parte, y como lo anuncio el camarero: Mas pato!, esta vez en un clasico guisado chino con vegetales servido sobre fideos crocantes. Ya para este momento estabamos mas que satisfechos, pero habia que probar el caldo. Lamentablemente se tardo un poco este servicio y estoy segura de que la razon fue la intensa afluencia de comensales que comenzo a llegar alrededor de las 9 de la noche. La primera parte de esta fiesta fuen en definitiva, no solo la mejor, sino que ademas superaba con mucho las versiones que comimos en Shanghai en nuestra busqueda del mejor pato. Muy bonito restaurante, muy afable servicio. Y ahora a descansar en el hotel de siempre, Hotel Ariosto, en Miraflores donde siempre hay una sonrisa y una bienvenida y el mejor desayuno del mundo entero, de la vida y del amor!
Al dia siguiente, y buscando recomendaciones de nuevos restaurantes, nos encontramos con Maido de cocina Nikkei, o fusion de cocina criolla peruana con cocina japonesa. Reservacion para almorzar de por medio, es un restaurante que ni siquiera esta anunciado visiblemente desde la calle, pero como llegamos caminando nos fue facil de ubicar. Fuimos recibidos, al igual que todos los que entraban, con un sonoro Maido! que sugiere una muy cordial bienvenida. El interior es otra cosa, acojedor pero con cierta majestuosidad, con sogas que cuelgan desde el techo en un diseno limpio e impactante. Nuestro camarereo insistio tantas veces en que eligieramos la “"experiencia nikkei" que acabamos cediendo, pero como conocemos muy bien nuestro apetito ordenamos solo una para compartirla. Igualmente, se pidieron varios Nigiris que de manera casi imposible podian llegar a ser aun mas exoticos que todo este melange Nikkei; se llaman “de mar” y “de tierra” y estos ultimos lucen sobre el arroz pequenisimos y distintos trozos de carnes maceradas y cocidas al carbon, en un caso mollejas perfectamente cocidas.

La experiencia tiene 14 platos diferentes y no voy a intentar describir cada uno, eso seria una maldad. Lo que si es cierto es que son, por llamarlos de alguna manera, poeticos y fruto de la union de imaginacion y destreza. Cada uno es unico y sorprendente por demas. Independientemente de que alguno no fuera de mi entera satisfaccion, el cuidado en la combinacion de sabores, la impactante presentacion de cada uno en envases muy diversos como piedras, maderas, vajillas extravagantes, que aunados al tiempo perfecto de servicio y la amable explicacion, hacen de esta experiencia algo inolvidable.
Yo soy una persona muy bien educada (...) y solo me gusta hacer comentarios halagadores, o quedarme calladita, pero en este caso, y muy a mi pesar, voy a contarles que el joven creador de todas estas maravillas, Mitsuharu Tsumura, estuvo durante buena parte de  nuestro almuerzo, que supero las 2 horas, sentado en una mesa muy cercana. Yo hubiera esperado que saludara a los comensales, o les dedicara al menos un gesto de bienvenida, pero nada de eso sucedió. Estuvo acompañado de un joven que hablaba sonoramente por su celular y luego por unos senores que le proponían una aparición en t.v. El divismo es una cosa seria. Ciertamente, casi nada es perfecto en esta vida.

En fin, a trabajar todo el dia siguiente y a recompensarnos con una rica comida china en el restaurante chifa Walok . Chifa se refiere a la fusion de cocina criolla peruana con la china. Quiero citar a un historiador muy amigo mio quien explica que finalizada una epoca oscura de esclavismo chino en Peru, los inmigrantes forzosamente se vieron en necesidad de ganarse la vida al no tener la “proteccion” de sus duenos, y al tener entre sus habilidades el cocinar, mas no el dominio del idioma castellano, preparaban ollas de arroz a su estilo y convidaban a los transeuntes a “Chi fa” o a “comer arroz”. Que bueno es aprender algo nuevo, no?

Bien, esta cena fue genial pues incluyo, para mi deleite la presencia de una ricura de bebe de dos meses de nacida a quien pude cargar a mi antojo y darles un respirito a sus padres. Gracias a Leslie e Isidro! Como de costumbre, el arroz chifa genial y super abundante, y Leslie nos recomendo el Pollo arrollado relleno de delicias  que paso a ser un favorito nuevo. Es un restaurante grande, comodo y recomendable para celebraciones y para familias.

Se nos termina el tiempo en Lima, y nos dirijimos a Polvos Azules, es un Centro Comercial/Mercado muy grande. Varios pisos y cientos de tiendas exhiben ropa casual, elegante, deportiva, tejidos, calzado, carteras, juguetes, hasta electrodomesticos. Impresionantes los puestos de calzado deportivo!!! hileras e hileras de zapatos para trotar, caminar, jugar futbol o tennis, en miles de colores! El encargo era comprar conjuntos deportivos de hacer ejercicio y encontramos bellezas y de muy buena confeccion, de “marca” a una fraccion de lo que que podrían costar en tiendas de un centro comercial como Larcomar, por ejemplo.

Hablando de Larcomar, este Mall esta encaramado en el risco de Miraflores y enfrentado al inmenso y aparentemente interminable oceano pacifico. Tomar una copa en cualquiera de los varios restaurantes con vista y disfrutar del atardecer, los infaltables surfistas y el sonido del mar es lo maximo!

Habiamos visto un programa de television que elogiaba a la polleria Hikari como la autora del mejor Lomo Saltado de Lima, lo cual sonaba como una mescolanza de lo mas interesante, nombre japones de una polleria que servia un plato rajadamente chifa? Pues alla nos fuimos con un grupo de amigos que incluia 3 ninos y nos encontramos con tremenda fila para entrar. Pero como eramos 7 personas, pronto se desocupo una mesa grande y entramos. El restaurante es comodo pero muy escandaloso, varias familias decidieron celebrar cumpleanos y ademas habia musica en vivo por parte de un muchacho de mirada vidriosa que tocaba un piano electrico a un volumen muy cruel. Casi no podiamos ni conversar, pero asi y todo, brindamos por nuestro encuentro con pizca sour, cerveza helada y chicha morada como debe ser!!! Pedimos el recomendado lomo saltado que ciertamente estaba muy bueno y los ninos y yo pedimos pollo asado con papas fritas y varias salsitas criollas. Es un restaurante bastante asequible, familiar y cuya cocina no alberga mayor misterio.

Esa noche y despues de pasear por la cada vez mas cuidada Miraflores, decidimos probar los tan aclamados sanguches peruanos; asi que en la Sangucheria Criolla (no hay error, por si acaso) La lucha, pedimos uno de pavo, uno de lechon asado y uno de chicharron de cerdo. Uno de los mejores panes que he probado, ligero y a la vez crujiente sin exageraciones maltratantes. Varios envasitos contenian mayonesa, aji, crema de aceitunas, y otras para aderezar a tu gusto. Para satisfacer nuestro deseo de frutas tropicales, ahora exoticas, pedimos un jugo de guanabana que lamentablemente no estaba demasiado rico y a pesar de ser extraordinariamente espeso, estaba bastante insipido...

Tratamos siempre de buscar mariscos y yo especialmente camarones, asi que buscamos un nuevo restaurante especializado en ese tema y llegamos a El Mercado, de Rafael Osterling. Afortunadamente habiamos hecho una reservacion para almorzar temprano, pues era domingo y la cosa puede ponerse tensa. Cuando llegamos, en efecto habian algunas personas esperando, pero nosotros entramos cancheramente anunciando nuestra reserva! Pobres almas que esperaban en la acera, pues el restaurante no tiene un area designada para tal efecto. Yo sugeriria pasar a la barra, por lo menos para estar adentro de una vez. La decoracion es informal, agradable y tiene una banda de cantos de pajaros, que a veces te hace mirar hacia arriba con temor. Pedimos un Cebiche galactico, pulpo a la parrilla bien preparado pero extranamente acompanado de champignones y papas, y luego una hermosa cesta con una barbaridad de langostinos gigantes “arrebozados” con panko que estaba delicioso!!! La carta es bastante amplia y a pesar de ser mayormente criolla pues hay tiradotos, causas, tacu tacu, etc ofrece tambien sushi, sopas y chaufa. Excelente restaurante aunque el servicio se copa un poco por la cantidad de gente. Salimos de alli y dejamos detras mas de una veintena de aspirantes a comensales que tampoco hicieron su reservacion….
Mañana tempranito a Medellin y luego a Bogota!